La violencia política se ha convertido en una amenaza creciente para la democracia en América Latina. En su editorial más reciente, Dionisio Gutiérrez alertó sobre el uso de la violencia como herramienta para intimidar, silenciar y eliminar a opositores políticos, periodistas y líderes sociales.
“La violencia política es el fracaso de la razón. Cuando la palabra se agota y la razón es sustituida por la fuerza, aparece el peor de los personajes. La violencia política es la renuncia a la civilización. Es la quema de puentes que separan al adversario del enemigo.”, afirmó. Gutiérrez mencionó casos como el asesinato de candidatos en Ecuador, las amenazas contra periodistas en México, y la represión a estudiantes y activistas en países como Nicaragua o Venezuela.
Este clima de inseguridad debilita la participación ciudadana, alimenta la autocensura y deslegitima los procesos electorales. Además, facilita el avance de regímenes autoritarios que aprovechan el miedo para consolidarse en el poder.
Gutiérrez pidió a los organismos internacionales actuar con firmeza y urgencia para proteger los derechos humanos y la integridad de los actores democráticos. “La democracia necesita ciudadanos libres, responsables y dispuestos a denunciar y a debatir. Por eso es deber de cada ciudadano cultivar la razón, practicar el respeto y exigir que el poder rinda cuentas.”, concluyó.
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