Si bien el
proceso democrático en los países centroamericanos es un denominador común, es
necesario reconocer que la historia está marcada por dictaduras que han
desgastado a los pueblos y que, aún en medio de dicho proceso, podemos señalar
con claridad dictaduras de facto disfrazadas de democracia.
Gobiernos
corruptos, serviles y mercantilistas al mejor postor de sus voluntades ha
empañado una democracia que cada vez se pinta de debilidad y que genera más
dudas que seguridades en la población. Éxodos
masivos en la búsqueda de mejores oportunidades en la creencia de alcanzar el “sueño
americano” que frecuentemente suele convertirse en la mayor pesadilla vivida,
hace que la credibilidad en la democracia siga siendo frágil.
Los hechos hablan
por sí solos. Candidatos a puestos de
gobierno y gobernantes retirados son parte del listado de privados de libertad
que se encuentran ya en diferentes cárceles tanto en sus propios países y
algunos capturados en otros países por haber cometido delitos de carácter
internacional.
El Salvador, con un
gobernante millenial que ha hecho de las redes sociales su centro de operación
y de exposición de sus decisiones y opiniones figura como una nueva forma de
hacer política y ejercer democracia. Guatemala, a la espera del 14 de enero de
2020 para que el nuevo gobernante asuma el cargo, transita los últimos meses de
este nefasto y corrupto gobierno con temor de la toma de decisiones abruptas
que sigan trayendo zozobra al país.
He dicho en
repetidas ocasiones que el problema de nuestros países está en la política,
pero así mismo considero que la solución está en la política misma. La política no es el problema, la dificultad
está en aquellos que la han venido ensuciando y logrando con ello alejar a
personas con integridad que hagan de la política un instrumento de desarrollo. Las oportunidades de cara al 2020 son grandes
¿por qué lo creo? Porque los problemas son igualmente grandes. Se requiere más allá de optimismo y buena
voluntad, pero se necesita que con buena voluntad y optimismo se puedan
ejecutar acciones que provoquen el cambio que esperamos todos los guatemaltecos.