Allá por la época de la independencia
en 1821, usted recordará que lo que hoy conocemos como naciones
independientes centroamericanas no se formó como tal. El resultado fue el de un solo bloque de Provincias,
como en aquel entonces se le conocía, y que, con el paso del tiempo daría lugar
a lo que hoy conocemos como países independientes.
Si bien el proceso de independencia de La
Madre Patria, España, fue algo pacífico en aquel entonces, el futuro a partir
de ese momento no ha sido así. Centroamérica
es una de las regiones más violentas del planeta y, por lo mismo,
insegura. Adicional a esto, posee los
peores índices sociales del continente, debilidad institucional y escaso
crecimiento económico. Eso, por su
parte, ha originado fuertes desbandadas migratorias de manera ilegal así como
que la región se convierta en un nido y puente de las bodegas del narcotráfico.
Las economías de nuestra región han
tenido un crecimiento marginal e insuficiente.
Por ejemplo, para poder duplicar su PIB, estas naciones necesitarían por
lo menos unos 30 años en promedio para lograrlo. Mientras tanto el aumento de la población es
de un 67% generando como efecto cascada el aumento de la pobreza. La pregunta es ¿existe una solución a esta
condición? Creo que sí y radica en la unidad.
La región Centroamericana tiene en
conjunto una riqueza no explotada enorme.
Tanto en recursos naturales y potencial humano existen enormes
posibilidades de hacer un cambio en los índices que de manera individual vienen
mostrando. Para ello se requiere una activación
económica conjunta que permita fortalecer
los elementos que cada una pudiera requerir por separado.
Una Integración Económica Centroamericana
no solo es necesaria sino viable para afrontar las situaciones de pobreza que se
está atravesando y crear oportunidades y opciones de solución conjunta que
saque de la condición en que actualmente se encuentra. Para ello, se requiere de varios factores
dentro de los que la voluntad política es uno de los pilares trascendentales
para que llegue a ocurrir.
Ese será el enfoque del V Encuentro Ciudadano en el que Fundación Libertad y Desarrollo tiene invitados 31 expresidentes de Iberoamérica y
personalidades internacionales de alto perfil; entre quienes están los
presidentes George W. Bush (Estados Unidos 2001-2009), José María Aznar (España
1996-2004), Felipe Calderón (México 2006-2012), Andrés Pastrana (Colombia
1998-2002), José María Figueres (Costa Rica 1994-1998), Luis Alberto Lacalle
(Uruguay 1990-1995); Ricardo Lagos (Chile 2000 – 2006) Luis Alberto Moreno,
presidente del BID, Luis Almagro, Secretario General de la OEA y Moisés Naím,
Chairman del G50.
El desafío que se tiene
por delante es grande, por ello se requiere una visión grande que logre
formular, igualmente, grandes soluciones.