Es una pregunta (y a veces una solicitud) que le hacen frecuentemente al empresario guatemalteco. Incluso en 1994, a los 35 años de edad, comentó en un evento público que ocupar la silla presidencial no estaba en sus planes: “como dicen por allí, uno nunca debe decir nunca, pero por el momento en mi agenda tengo otros proyectos que me van a llevar a participar en la democracia moderna que estamos desarrollando”.
Sin embargo, luego de haber dejado la puerta abierta, lo cierto es que nunca ha incursionado en la política partidista ni electoral, que nunca ha aspirado a la presidencia y también ha expresado en múltiples ocasiones que no le interesa el poder.
Su carrera cívica comienza hace cuarenta años desde la política estudiantil escribiendo textos en El Imparcial y luego con Electorama, una plataforma que fiscalizó las elecciones de 1982 y denunció el fraude electoral. De allí en adelante, Dionisio Gutiérrez ha sido testigo y actor de momentos claves de la historia reciente de Guatemala y la región, desde el famoso programa de televisión que se transmitió por casi dos décadas, Libre Encuentro.
En los últimos años su activismo cívico se ha trasladado de la coyuntura política al análisis académico y a la reflexión intelectual a cerca de los problemas de subdesarrollo, pobreza y populismo de la región latinoamericana desde Fundación Libertad y Desarrollo, el tanque de pensamiento del cual es presidente, y el programa de televisión Razón de Estado.